La historia de la mecedora
¡Estoy feliz con mi silla nueva! La pobre estaba esperando que le den una nueva oportunidad (la tercera!) hace ya tiempo. Pero las cosas que son para casa siempre son las que más tienen que esperar. El famoso "en casa de herrero" ... acá se cumple!
La historia de esta silla empezó hace muuuchos años. Cuando mi mamá todavía tenía su Manufacta (donde hacía estampados artesanales) y viajaba a Brasil para ayudar a su hermano con Manufacta Brasil. Vio esta silla, se enamoró y se la trajo. Primero trajo la que ven a la izquierda, que es más grande. En el viaje siguiente se trajo la de la derecha, que es igual a la mía. Qué hizo después? {este tipo de locuras se ve que está en los genes!} Le encargó acá a un carpintero hacer 3 mecedoras iguales, para sus 3 hijos.
Ésta es la mía. No es un silla "fácil", necesita mucho espacio alrededor. De hecho, ocupa mucho espacio (y tampoco es fácil para fotografiar!). En mi casa siempre me costó encontrarle lugar. Pero desde que armé mi taller estuvo ahí y fue la silla ... ¡de mi perro! El se subía de un salto y me hacía compañía desde la mecedora. Pobrecita, qué destino! Lo que pasa es que en algún momento de su historia, la agarró algún malvado que le puso unas tintas espantosas y la dejó multicolor y toda rallada.
Bueno, tenía todo tipo de problemitas ... Yo soy amante de la madera al natural, pero la verdad que ella no tenía remedio.
Ahora está blanca con algunos desgastes (la madera me lo pidió a gritos). Y, como no puedo con mi genio y mi amor por lo colores, fui a Coto en busca de salvación y encontré esté almohadón en oferta.
La verdad sea dicha (ésto es Blogger verdad) necesita almohadón porque todavía no mandé a arreglar la esterilla.
Pero me parece que hacen muy buena pareja!
Acá un detalle de las patas torneadas y de los resortes que decidí dejar en su color original.
Cada vez que la veo ahora siento que me sonríe con agradecimiento. En ella -cuando todavía estaba bien- me sentaba con mis hijos bebés y los arrullaba. Quién sabe, en esta "nueva" mecedora quizás un día arrulle a mis nietos ... y ella seguirá escribiendo su historia.
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Es siempre un placer reciclar muebles y darles un nueva oportunidad, respetando su historia. Te lo recomiendo! Si no te animás, ya sabés que haga tenés manos amigas dispuestas a ayudarte ;)
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Linda historia Lia! Tantas cosas que tenía mi abuela que si hubiera sabido y las hubiera guardado... en fin, me gusta que #anthrocotologie funcione también con almohadones! Me encantó blanca!
ResponderEliminarMuchas gracias Pau!!! Ayyy, qué pena las cosas de la abuela. Bueno, no tendrás muebles pero seguro recuerdos :)
EliminarBeso grande!
Me encanta el resultado!! Quedó hermosa!!
ResponderEliminarGracias Flor, yo estoy feliz!! Es como que volvió a nacer.
EliminarQue linda transformación ! Y que genia tu mama de hacer repetir el modelo! Las mecedoras son divinas pero es verdad que ocupan mucho espacio. Que siga escribiendo historias, ahora en blanco! :) un beso!
ResponderEliminarMil gracias Vero!! beso grande!
Eliminaren color madera también era linda! me encantan estos muebles con historias!
ResponderEliminarun beso Lí! veo que volviste al ruedo!
Yo adoro la madera al natural, pero te juro que ésta estaba horrible e irrecuperable.
EliminarVamos haciendo, en la medida que podemos.
besos Vicky!!
lia que divina esa silla!!!!!! me encanta!!!! amo las mecedoras!!!! creo que todos no?? grandes y chicos!!!! divina la historia.. y que siga con el almohadón!!! el esterillado esta carisimo jajajajaa... me encanta como quedo!! felicitaciones, por muchas historias mas!!!!! besos
ResponderEliminarSí, tienen algo especial las mecedoras :) jajajaja gracias por el dato del esterillado ... seguirá con almohadón entonces!!!
Eliminarbesos
Divina! Para mi cualquier cosa con historia tiene un plus invaluable! Aunque sea la comodidad del perro!!! Y quedó genial con el almohadon, yo tengo dos en situación parecida!!
ResponderEliminarMuchas, muchas graciassss!! Dale, animate que después se siente mucha satisfacción.
EliminarHola Lía! Ahora sí conocí a tu mecedora:) Es muy bella y tiene mucha personalidad.Me gustó la nueva oportunidad que le diste, el blanco gastado le sienta bien a todos los muebles. Por muchos años de arrullos y nuevas historias, quedó divina!
ResponderEliminarUn beso
Gabi
Hola linda Gabi!!! Qué alegría "verte" por acá! :)
EliminarMuchas gracias, qué bueno que te guste.
Un beso
Estas son las mejores piezas para reciclar y renovar: las piezas que han estado en la familia por mucho tiempo y tienen historias para contar. Te quedó amorosa, el almohadón le queda divino!
ResponderEliminarAsí es Marce!!! Muchas, muchas gracias!!
EliminarLía que bella era tu mecedora, y su historia!! Tu vieja, cada vez me convenzo más, es alguien digno de conocer, semejante personalidad y (por lo que contás) sospecho que podría pasarme tardes enteras escuchando sus historias. Gracias por compartir siempre eso que está alli, pero no se ve a simple vista. Besos
ResponderEliminarGlo, qué hermoso tu comentario!!! Gracias de todo corazón!!
EliminarBeso grande!
me encanto!!! yo también la hubiera puesto linda para mi violeta jajaj
ResponderEliminarBesote LI
jajaja! Linda Violeta!!!
Eliminarbesos Meli!!
Las mecedoras son las sillas de nuestros abuelos por excelencia. Muchos de nosotros, de pequeños, nos encantaba y nos echábamos grandes siestas en esta silla tan peculiar.
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