Una escapada a otro mundo, acá nomás
13.4.14
Cuando leí la nota de Vero Mariani en Living sobre Maschwitz tuve la lucidez de auto mandármela por mail y archivarla. Ya ahí empecé a hinchar con que quería ir a conocer. Cuando vi las fotos de Pepi Ta en su Instagram terminé de convencerme. Imprimí la info {se los recomiendo} y organizamos para ir el feriado del 2 de abril. Logramos arrancar recién a las 12 hs. {hijos adolescentes} , pero llegamos más rápido y fácil de lo que pensábamos. Si van por Panamericana, bajan en la salida de Maschwitz y toman Av. Villanueva. Después de hacer unas 8 cuadras se cruzan con Ituzaingó y la toman hacia la derecha. A las dos cuadras llegan al primer destino, una esquina con toda la pinta de un viejo almacén de pueblo.
Así nos
recibió Die Ecke, nuestra primera escala. Y sí, nos enamoramos. Porque amamos, igual que ellos.
Estas 3 fotos son del hermoso patio que tiene la casa. Pero adentro está lleno de cosas bellísimas. Hay desde muebles hasta cucharitas, incluyendo ropa. ¡Me quería comprar todo! De consuelo compré un algo para hacer té en hebras y una espátula / cuchillo para servir / cortar las tartas. Mis hijos se compraron una remera cada uno {"de éstas en Capital no hay ma, y están re baratas"} Desde ahí fuimos a la estación de tren, tomando derecho por Santa Fe, que termina en Av. El Dorado. Siguiendo por esa avenida hay un parque lindo bordeando las vías, que si tienen niños van a tener que parar. Seguimos hasta llegar a la calle Mendoza. Dejamos al auto ahí nomás, porque vimos que más adelante se complicaba.
Lo primero que nos encontramos es lo que se viene en Maschwitz, todo un complejo hecho con containers. ¡Nos encantó la idea!
Seguimos caminando por Mendoza y encontramos el Paseo Mendoza. Un laberinto lleno de cosas lindas y ¡muy fotogénico!
Me encantaron los géneros de estas sillas y pensé en vos Ana!
Y otros asientos muy originales que había en el paseo.

Cuando nos íbamos tuve la suerte de mirar para atrás y encontrarme con este increíble graffitti. ¡Hay que estar atentos y mirar para todos lados!

También hay que mirar hacia abajo, para no perderse estos pisos.

En uno de los restaurantes que está sobre Mendoza encontré estas mesas decoradas con mapas que me gustaron mucho. ¡Hace rato que quiero intervenir algo con mapas y tengo varios muy lindos esperando!

Almorzamos algo y nos metimos en esa especie de escenografía de película que es el Mercado de Maschwitz.

Para recorrerlo con calma y ojos bien abiertos. Lleno de detalles.
como estos pájaros.

o lindas plantas que me hacían pensar en las genias de Compañía Botánica {les mandé una fotos a través de mi Instagram mientras paseábamos}
esta maceta "mal decoupageada" nos demuestra que las cosas no tienen que ser perfectas para ser lindas.
también comprobamos que el decapado que hace el tiempo y el uso es único y especial.

Todos estos retazos son parte del Mercado de Maschtwitz. Tenía muchas fotos y me costó horas elegir. De hecho, no quiero dejar de invitarl@s a que pasen por acá y vean algunas de las increíbles imágenes que captó #hija menor.
¡No dejen de ir a Maschtwitz a alimentar sus pupilas o sus cámaras con lindísimas postales!
Y sus almas con un poco de espíritu de pueblo.